sábado, 4 de abril de 2015

Noche y Día.

Ella era Noche
y él era Día,
y aunque eran distintos imposibles,
Noche no era Noche
si no había Día
   y viceversa.

Noche dormía poco
y soñaba demasiado.
Día dormía
las horas que Noche soñaba despierta
       con él.

Noche vivía volando,
y Día también volaba
      pero de flor en flor.

Noche nunca salía a bailar,
pero Día siempre sacaba a bailar
      a todas las estrellas.

Noche era callada,
y sangraba todo lo que no decía
    por sus madrugadas.
Día, sin embargo, nunca paraba de hablar
    de lo bonitos que eran sus atardeceres.

Noche era fría
      (o eso decían),
Día era cálido,
más que un día de verano.

A Noche le gustaba escuchar música,
a Día también le gustaba escucharla
        (reír).

Noche quería ser estrella
para que Día la sacara a bailar,
sin saber que Día sólo quería
tener a Noche al lado
      para poderla enamorar.

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