sábado, 21 de noviembre de 2015

A todos nos duele alg(uien)o.

No le digas que muero por él,
dile que muero de él,
del hueco que dejó en mi cama
haciendo juego con el del corazón.

Dile que muero de él
y del portazo que dejó la puerta medio abierta
y un puño con sabor a adiós.

Dile que muero de él,
del frío que dejó cuando se fue,
del vendaval que vino después.

Dile que muero de él,
que un día quise morir por él
pero ya no.
Ya no me sale eso de jugarme la vida
por quien por mí no apostaría ni una sola ficha.

Dile que muero de él
porque todos los que un día quisimos
acabamos destruidos.

Dile que muero de él,
pero que nunca llegué a morir en él.
Dile que muero de él,
pero que nunca llegué a morir para él.
Dile, por favor, que no solo muero de él,
sino de todo por lo que antes moría
y ahora dejó.
Dile que un día moriría por él,
pero ya no.

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