A ti,
por existir.
A ti,
que siempre me has dado más noches de risas que en vela,
que confiaste en mí cuando todos sentenciaban,
que me aferraste la mano aún a riesgo de caer conmigo.
que siempre me has dado más noches de risas que en vela,
que confiaste en mí cuando todos sentenciaban,
que me aferraste la mano aún a riesgo de caer conmigo.
A ti,
que me diste alas aunque no sabía usarlas,
que me abrazaste cuando todos se apartaban,
que me besaste las ojeras cuando no quedaba en pie nada.
que me diste alas aunque no sabía usarlas,
que me abrazaste cuando todos se apartaban,
que me besaste las ojeras cuando no quedaba en pie nada.
A ti,
que viste las ruinas de mis adentros y las reconstruiste,
que sabías que perder no era ganar y no me dejaste irme,
que me arropaste cuando a mi alrededor solo había desastre.
que viste las ruinas de mis adentros y las reconstruiste,
que sabías que perder no era ganar y no me dejaste irme,
que me arropaste cuando a mi alrededor solo había desastre.
A ti,
que supiste estar cuando todos fallaban,
que escuchabas mis latidos apagados y los reanimabas,
que vivías en gerundio
para hacerlo conmigo.
que supiste estar cuando todos fallaban,
que escuchabas mis latidos apagados y los reanimabas,
que vivías en gerundio
para hacerlo conmigo.
A ti,
por llenar de flores mi cementerio y convertirlo en primavera,
por deshacer las maletas sin importar cuál era la meta,
por espantar los miedos de mi cabeza a pesar de que los amaba a ciegas.
por llenar de flores mi cementerio y convertirlo en primavera,
por deshacer las maletas sin importar cuál era la meta,
por espantar los miedos de mi cabeza a pesar de que los amaba a ciegas.
A ti,
que me dijiste que podía cuando solo había precipicios,
que escuchabas mis desafines y en vez de enfadarte
tocabas conmigo.
que me dijiste que podía cuando solo había precipicios,
que escuchabas mis desafines y en vez de enfadarte
tocabas conmigo.
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