miércoles, 27 de diciembre de 2017

I'm not ok.

Y con este sumo uno 
a los días de lluvia,
a las noches de goteras.

No tengo fuerzas,
y cuando creo que me levanto
es solo para caer más bajo.

Esto de quererme más bien poco
me está pasando factura,
ahora más que nunca
y no sé cómo seguir al pie del cañón,
si me falta valor
para alejarme de lo que me causa dolor.

Tóxica,
me estoy volviendo altamente tóxica conmigo
y no hay cadenas que paren a este enemigo.

No me merezco.
No me merezco ni a mí 
ni a los que me soportan.

No entiendo cómo alguien tan frágil 
quiere tirarse a una piscina para salvarme,
aunque quizá no lo hace
y solo es el reflejo de lo que me gustaría.

¡Mírame, joder!
Llevo trescientas veces escuchada la misma canción
y no paro de llorarme.
A estas alturas ya no hay nada que me pare,
no dejo de desangrarme.

He cerrado heridas,
he soportado golpes,
me he levantado,
me he puesto paraguas en las pestañas,
pero esta vez ya no sirve nada.

Hay tanta humedad aquí adentro
que se me están agrietando las paredes
y estas ya no hay pintura que las cubra.

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