domingo, 24 de diciembre de 2017

Intermitente.

Tengo las letras calladas
de tanto llorarme,
tengo los ojos cansados 
de tanto buscarme,
tengo mil y un monstruos en mi cabeza
que no dejan de encontrarme.

Tengo las ojeras dormidas de tanto esperarme
y ni una jodida vez llamo para avisar
de que vuelvo a llegar tarde.

Llevo cincuenta canciones
echándome de menos
y no sé qué hacer para abrazarme,
para recomponerme,

Si me quedo,
me hago daño.
Si me voy,
me hago daño.

Al final siempre pierdo.

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